Pleo: el uso de un robot dinosaurio en hospitales| El resumen del evento TEDxBarcelona

El pasado martes 3 de Mayo, tuvo lugar nuestro TEDxBarcelona mensual en Mazda Space sobre El uso de robots en los hospitales infantiles.

Como ponente principal tuvimos a Jordi Albó, profesor de ingeniería y coordinador del grupo de investigación en robótica de La Salle Campus Barcelona y director de robótica de La Salle Campus Almere (Holanda). Quien nos habló de Pleo, un robot dinosaurio con un software capaz de recopilar datos sobre el estado del paciente y reducir su umbral de estrés durante largos periodos de estancia hospitalaria.

Después de su charla se unió al debate sobre la temática Miquel Domènech, psicólogo social de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) implicado en este proyecto. Juntos saciaron la curiosidad de un público intrigado y cauteloso a partes iguales por un campo de investigación en vías de desarrollo que genera  adeptos y detractores a partes iguales.

PLEO: EL COMPAÑERO DE JUEGOS EN MOMENTOS DIFÍCILES

Más allá de hospitales y tratamientos médicos, para aquellos pacientes que tienen una dolencia o enfermedad crónica o de larga recuperación, las terapias tienen un papel complementario realmente importante; ya sea en su total recuperación o bien en su mejoría, ya que optimizan la calidad de vida del paciente.

Las personas somos animales sociales por naturaleza y tenemos necesidades en los ámbitos social, emocional y cognitivo. Por ello la zooterapia o terapia asistida con animales – como por ejemplo los caballos- resultan exitosas en muchos casos, ya que aportan un suplemento de bienestar que reconforta y fortalece las habilidades sociales de las personas.

Es fácil empatizar con un animal y convertirlo en un compañero de juegos y aventuras, ¿verdad? ¿pasaría lo mismo si se tratase de un robot?

La respuesta es afirmativa. Las terapias con robots son una realidad. Equipos como los de Jordi Albó dotan a una máquina con carcasa de mini dinosaurio adorable, de capacidades terapéuticas para áreas hospitalarias como por ejemplo el área la de oncología infantil.

Al principio de su charla, Jordi Albó nos invita a ver vídeos de testimonios de pacientes y de jóvenes voluntarios del hospital. En formato de testimoniales, pronto todos los asistentes comprendemos que para esos niños, padres y equipo médico y de voluntarios, Pleo, no es una máquina; es un compañero de juegos, una mascota, un amigo.

El pequeño dinosaurio convierte largas hospitalizaciones en estancias más llevaderas para pacientes y familiares ya que favorece el entretenimiento y acompaña al niño durante su estancia en el hospital haciéndola más agradable y amena.

Además en el triángulo: padres, paciente, equipo médico; los padres y familiares son aquellos para los que Pleo es un gran punto de apoyo. ¿Por qué? Pues por que como comentó Albó, aunque los niños son los pacientes, normalmente éstos carecen de responsabilidades, pueden permitirse hasta cierto punto “faltar algún día al colegio” y disponen de tiempo de ocio y desconexión (sin obviar el contexto de enfermedad, claro). Sin embargo, en muchas ocasiones los padres se ven desbordados al tener que compaginar todas sus obligaciones e intentar asumir y afrontar la situación familiar por la que están pasando.

Como añadió Jordi Albó; Pleo crea un contexto que engloba y fortalece los vínculos entre padres e hijos ayudando a sobrellevar la situación y reforzando el rol de cuidador de los padres.

¿POR QUÉ PODEMOS EMPATIZAR CON UN DINOSAURIO?

Poco tardó en introducirse en esta TED Talk la pregunta de si es bueno, ético o responsable el uso de robots con pacientes hospitalizados.

Para contestar, Jordi Albó argumentó que hace algunos años nadie hubiera apostado por el uso que actualmente todos damos a los ordenadores, ni por como tenemos integrada la tecnología en nuestras vidas. Ahora es algo completamente natural y añadió:

 “No me imagino un futuro sin robótica. Los robots están para ayudarnos, para ser un facilitador de nuestra vida”. Por tanto Albó apela a una responsabilidad social mediante la cual crear un mundo mejor con la ayuda de la robótica.

Pero, ¿por qué podemos empatizar con un dinosaurio?

El diseño de Pleo tiene un papel fundamental en su éxito. Es muy probable que si este robot tuviese un aspecto menos enternecedor, los niños no le cogerían tanto cariño y su misión no tendría un éxito tan rotundo.

Aunque sea un aparato smart que capta mediante sus sensores la actividad del niño con el robot y datos médicos del paciente que luego se recogen y analizan; su forma de dinosaurio facilita que los niños lo acepten, lo acaricien, lo cuiden y jueguen con ellos.

Aquí Albió habló en términos de responsabilidad de los profesionales cuando crean el diseño de una tecnología. No sólo se crea el diseño propio para aquel artefacto, sino que se está creando en el fondo un modelo de sociedad que lo acompaña. El aspecto de Pleo y su ergonomía influye en su integración con el niño y en las sinergias que se crean entre todos los actores que velan por la recuperación de los niños hospitalizados.

Enlazando con el final de la charla de Jordi Albó, iniciamos el debate posterior. Para ello contamos en el escenario también con la colaboración del psicólogo social Miguel Domenech; juntos respondieron todas las preguntas de nuestros asistentes que estaban ansiosos por debatir sobre esta temática que crea adeptos y detractores a partes iguales.

Un escéptico entre el público preguntó si no es peligroso que los niños adjudiquen atributos humanos a los robots. Para contestar a esta pregunta nuestros invitados comentaron un caso gráfico. Si hablamos de volar, ¿quién vuela? ¿la persona? ¿el avión? ¿o podríamos decir que vuelan las líneas aéreas?

Realmente vivimos en un mundo hiperconectado donde toda acción es consecuencia de un híbrido de agentes que permiten que esa acción se lleva a cabo, por lo tanto si extrapolamos esta teoría al caso de Pleo, no ha de preocuparnos este aspecto, ya que aunque los niños les tienen aprecio, se entristecen cuando el dinosaurio debe quedarse en el hospital y saben distinguir a “su Pleo” entre muchos de ellos; los niños son capaces de discernir que son robots y no animales de verdad.

En muchos de estos casos los niños tienen las defensas tan bajas que es impensable poder acariciar a un animal, sin embargo sí pueden acariciar a Pleo sin darse complicaciones médicas.

LAS MÁQUINAS NO SON BUENAS, MALAS NI NEUTRAS

Las máquinas no son buenas, malas ni neutras añadieron nuestros expertos invitados.

Una máquina produce un efecto y una transformación en el momento en que se introduce en un entorno. “Pleo no substituye a los humanos, substituye tareas”. Mientras no es sostenible tener a un enfermero/a ni a un familiar pendiente 24h al día de un paciente e interactuando con él intensamente, sin que se produzca desgaste y agotamiento, un robot sí que puede sostener este ritmo de interactividad durante un prolongado tiempo sin fatiga siempre que la batería aguante y colaborar así en la mejora del paciente.

¿Dónde está la clave para su gestión, pues? ¡Querían saber nuestros curiosos asistentes!

La clave está en actuar con responsabilidad y control y hacer un buen uso de estas herramientas como recurso terapéutico.

Igual de nocivo es pretender que los cuidados humanos sean sustituidos por los robots, como de nocivo es que familias dejen que la educación de sus hijos en periodo extra escolar recaiga en sentarse frente a un televisor innumerables horas al día.

Otra de las cuestiones que surgieron es si los robots pueden ser útiles para el tratamiento de otros segmentos de pacientes. La respuesta es afirmativa. Los robots pueden desempeñar una labor social con niños, personas con autismo y personas de la tercera edad, entre otros.

¿Es una desfachatez pretender que nuestros mayores sean asistidos por robots?

Los ejemplos sirven para enriquecer este debate sobre cuestiones éticas y hacernos reflexionar. Por este motivo nuestros especialistas exponen el ejemplo de la tele asistencia. Un fenómeno que está ayudando a muchas familias a obtener un soporte en el cuidado de sus mayores.

La tele asistencia como tecnología es una herramienta facilitadora. Si una familia cuida de sus mayores y los va a visitar, es independiente de que tenga o no tenga un servicio de tele asistencia en casa. Lo mismo sucedería en caso de tener como herramienta complementaria un robot.

Concluimos pues, que aunque el futuro esté por determinar y seguramente el sector de la robótica nos depara muchas sorpresas entorno a su capacidad resolutiva de problemas en nuestras sociedades,  pero no debemos olvidar que quien está detrás de la construcción de las mismas, es el ser humano.

Por este motivo debemos luchar y unificar nuestros esfuerzos en que desarrollemos las tecnologías que desarrollemos, los seres humanos trabajemos bajo criterios de responsabilidad civil y social que encaucen la innovación a contribuir una mejora en nuestras vidas.

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