Fuente: TEDWoman2015
Según la RAE, el periodismo consiste en la “captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico, de la información en cualquiera de sus formas y variedades”. Sin embargo, en la era de la hiperinformación en la que vivimos, esta definición quizás resulta incompleta. Hoy en día el periodista no solo debe informar, también debe competir con todo el resto de información que el ciudadano medio recibe y conseguir que este la retenga o, al menos, que comprenda su gravedad o magnitud.
Es bien conocido que los seres humanos estamos desarrollando una especie de insensibilidad respecto a los problemas ajenos – las guerras y los tiroteos son invitados asiduos en los noticieros, pero suceden a demasiados kilómetros de nuestras casas como para realmente preocuparnos o provocarnos algún tipo de empatía. Aunque en el momento este tipo de noticias susciten pensamientos de pena o compasión, rápidamente pasamos al siguiente asunto y seguimos con nuestras vidas.
Según expuso Nonny de la Peña en la TED talk que tuvo lugar en TEDWomen 2015, esto cambiará en breve. La realidad virtual será la próxima revolución en el mundo de la información. Gracias a ella, los espectadores podrán experimentar en primera persona la situación que los periodistas describen, y sentir lo que sentirían si la estuvieran viviendo.
De hecho, de la Peña ya ha demostrado que es una herramienta con mucho potencial. Ella y su equipo realizaron recreaciones de diferentes situaciones relacionadas con la pobreza, el hambre o la guerra y pusieron a prueba varios sujetos para que las experimentaran a través de la realidad virtual. Esto no solo tuvo un gran impacto en su reacción instantánea – lágrimas, aprensión, implicación tratando de ayudar a las personas que aparecían en la escena – sino que, además, a largo plazo, incentivó un tipo de conductas más altruistas, como la colaboración en ONG’s.
Sin embargo, las escenas que recrearon son perturbadoras. En la primera, mientras una larga fila de personas espera para recibir una ración de comida en un banco de alimentos, la mujer a cargo de proporcionar los alimentos se siente sobrepasada y grita: “hay demasiada gente” repetidamente. Casi al instante, un hombre diabético que se encontraba en la cola se colapsa y entra en coma, debido a que no recibe la comida a tiempo y su azúcar en sangre disminuye demasiado. Aunque las imágenes sean virtuales, el audio es real, por lo que acaba siendo una experiencia desgarradora.
Fuente: forbes.com y frame de la charla
En otra escena, aparecen unas imágenes reales de una niña cantando en las calles de Siria interrumpida por una bomba que cae muy cerca de ella. La realidad virtual ayuda a recrear el caos que sigue a un suceso tan traumático como una explosión y a hacer entender a todos aquellos que no lo han sufrido todo lo que hay detrás de un titular que informe de una explosión o un atentado en algún lugar remoto.
De la Peña también usa la realidad virtual para recrear un incidente polémico: la muerte de un chico, Trayvon Martin, a manos de un vigilante, George Zimmerman. Lo hicieron a través de las llamadas al 911 que los vecinos realizaron, aportando así un poco de luz sobre qué sucedió realmente esa noche. El impacto que pueden tener estas recreaciones exalta la necesidad de aplicar en su creación las mejores prácticas periodísticas, usando siempre información recolectada de primera mano (como los audios) o debidamente autentificada.
Así pues, manteniendo los principios básicos del periodismo, la realidad virtual puede ser usada en un futuro no tan lejano para permitir a los espectadores experimentar esta sensación de dualidad de presencia – esto es, estar en dos sitios a la vez – para así despertar en ellos el sentimiento de empatía que, como sociedad, hemos estado olvidando.
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