¿De qué tienes miedo?

Imagínate que un amigo te invita a una fiesta en la que no conoces a nadie, por lo que probablemente no sepas qué hacer o con quién hablar… ¿Irías a esa fiesta? La mayoría de personas ante esta situación se echarían atrás por miedo a estar incómodos. ¿Cuántas veces has pensado en cómo sería tu vida si no tuvieras miedo? Lo que nos condiciona no es el miedo a las brujas o los monstruos, sino aquellas barreras que nosotros mismos creamos y que no nos permiten vivir la vida al máximo. Estas limitaciones te impiden ir a hablar con aquella persona que te ha parecido interesante, hacer esa sugerencia delante de tu jefe en una reunión de negocios o incluso pedir una cita a esa chica que te hace tilín desde tiempos inmemoriales.

Muchas veces no somos ni siquiera conscientes de que hemos dejado de hacer alguna cosa por miedo –o vergüenza, incomodidad, cobardía, o como queramos describirlo– y delegamos rápidamente la responsabilidad, encontrando una excusa plausible. Como cuando un niño rompe un jarrón y le echa la culpa a su hermano, nos apoyamos en una justificación conveniente: no puedo hacerlo por que soy demasiado bajo, demasiado lento, demasiado tímido… o por que no soy suficiente listo, suficiente atrevido o suficiente carismático.

Además, no hay que olvidar la excusa estrella: el qué dirán. El miedo a ser juzgados por otras personas, junto con el miedo al fracaso, son los dos grandes obstáculos que debemos enfrentar cuando hacemos cosas nuevas, ya que nos sitúan en una posición de vulnerabilidad, algo que intentamos evitar a toda costa. Sin embargo, una de las claves para ser felices es aceptar que somos vulnerables, como explica Brené Brown en la siguiente TED Talk.

¿Y qué puedes hacer? Quizás te encuentras sentado en tu despacho, leyendo esto y pensando “Vale, ya está decidido, a partir de ahora no tendré miedo, voy a vivir mi vida a tope”. ¡Muy bien, perfecto! Ya tienes lo primero que hace falta: la motivación. ¿Y ahora qué? Pues ahora viene lo más difícil –ahora toca emprender una acción.

Si crees que de alguna forma u otra el miedo está condicionando tu vida diaria, haz como Michelle Poller (artífice del proyecto 100 days without fear) y ponte un reto: supera cada día algún miedo. No es necesario que se trate de una gran fobia como un irracional miedo a las arañas o, quién sabe, a los elefantes; simplemente deben ser pequeñas cosas que te hagan salir de tu zona de confort –desde las clásicas como hablar con desconocidos por la calle o comer algo que siempre te ha dado un poco de asco… hasta cantar en un karaoke o donar sangre. Se trata de empujarte a superar cualquier vergüenza o inseguridad que se te ocurra –fundamental para tener éxito en cualquier aspecto de la vida, como indica Richard St. John en esta TED Talk de 3 minutos.

Sin darte cuenta, estarás rompiendo muchas de las barreras autoimpuestas que mencionábamos al principio. Poco a poco te sentirás mucho más cómodo haciendo cosas de tu día a día que antes te suponían un esfuerzo considerable. Tu mente estará más abierta a lo desconocido, los retos ya no parecerán tan inalcanzables e incluso ser vulnerable no te parecerá terrorífico.
Fuente imagen: Instagram Sllychn

Así pues, ¿quieres conseguir aquello que te propones? Identifica cuál es el miedo que condiciona tus metas y planea cómo puedes superarlo. Y aunque, como dicen, la lucha más dura es aquella dónde el rival eres tú mismo, merece la pena intentarlo; después de todo… ¿De qué tienes miedo?

Descubre con nosotros los miedos y las dinámicas que rodean uno de los comportamientos más típico del ser humano: la infidelidad.
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