El coworking se ha convertido en los últimos años en una tendencia mundial que se lleva a cabo sobretodo en las grandes ciudades. Como bien sabes, este método de trabajo consiste en compartir espacio físico y recursos tecnológicos con otras personas o empresas para trabajar de un modo flexible y multidisciplinar como nunca se habia visto hasta el momento.
Hoy en día son multiples los sectores que han adoptado esta práctica como método de trabajo en nuestro país acercándonos cada vez más a cifras europeas. Cabe destacar que este sistema de trabajo es adoptado con mayor optimismo por aquellos sectores relacionados con las nuevas tecnologías: informáticos, programadores, periodistas, comerciales, consultores o community managers, por ejemplo; al requerir poca infraestructura para desarollar su día a día laboral.
El coworking es una práctica mediante la cual profesionales que, de otra forma, no compartirían ni espacios físicos, ni empresa, ni sector de actividad, se unen para trabajar en un mismo sitio. ¿Cuál es el principal objetivo? Trabajar en compañía (hay muchas personas que trabajan desde casa, y de esta forma trasladarse a un “lugar de trabajo” con más personas, seguro que resulta más agradable. Además, por supuesto, se reducen los gastos y se optimizan los recursos.
Amarit Charoenphan En su charla “Coworking can change the world”, va mas allá de la definición tradicional de coworking y resalta su caracter más humano mediante la contemplación de 3 conceptos: cooperación, colaboración y comunidad.
Cooperación: pues todos aquellos que integran el espacio de coworking buscan trabajar como objetivo comun la colaboración, ya que todos los trabajadores optimizarán al máximo todos los recursos colectivos; y comunidad, pues el espacio no deja de ser un lugar en el que conviven muchas personas con intereses, propiedades u objetivos comunes.
Al fin y al cabo, la esencia es la misma: se trabaja para un fin. Lo único que cambia es que no estás haciéndolo en el espacio corporativo oficial y que no siempre vas a estar rodeado de las mismas personas. Desde nuestro punto de vista, este aspecto es especialmente enriquecedor: cada día te rodeas de profesionales diferentes, con distintas capacidades, intereses, especialidades y contactos, hecho que sin duda te ayuda a ganar experiencia y a crecer como persona y profesional.
¿Y qué beneficios le puede suponer a una persona el pasarse a un espacio de coworking? Como dice el protagonista de la charla que os comentábamos, el coworking ha cambiado y sigue cambiando la manera de trabajar, y la cambia para bien. Trabajar en un lugar como este no solo te permite ahorrar en costes de espacio, instalaciones, material, electricidad o internet, sino que además te permite aprender del compañero que tienes al lado y conocer mucha gente, incluso hacer verdaderos amigos. Además, aprendes a compartir, disfrutas de un entorno más dinámico y heterogéneo y tienes la posibilidad de contar con la ayuda y apoyo de los que te rodean.
En definitiva, si lo que se busca es flexibilidad en el entorno laboral, a un precio más competitivo y razonable, dinamismo y no se necesitan grandes recursos para trabajar, el coworking puede representar una gran alternativa ya no solo para empresas que están afrontando dificultades económicas, sino también para pequeñas empresas, autónomos o emprendedores.
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